Es apenas obvio que la "oferta" de Santos (mi pobrecito presidente,
tan preocupado porque los estudiantes pierdan el semestre) busca bajarle
los bríos al movimiento estudiantil, bajar la marea de la discusión
sobre la reforma a la ley 30 y darle un tiempo al gobierno para mejor
desinformar y clavarnos la reforma cuando menos lo pensemos. Por otro
lado esta especie de tregua que pide el gobierno es sin duda una
muestra de que el actual movimiento estudiantil ha logrado poner al
presidente en una situación incómoda frente a la opinión pública, que es
uno de los movimientos estudiantiles más grandes y exitosos de ésta
década y que ha conquistado el apoyo popular.
La jugada de
Santos es sin lugar a dudas inteligente, lo pone frente a la opinión
pública como un jefe de estado magnánimo que escucha, que quiere
negociar y que está abierto a la construcción democrática; pone la
decisión de terminar clases (razón vacua que esgrime para su reversazo
para no asumir que le dió culillo que se pudiera crear un paro cívico
nacional con condiciones de ingobernabilidad) en manos de los
estudiantes botándoles esa papa caliente, y da pie para que el
movimiento nacional se enfríe. Pone a los estudiantes en una posición
incómoda frente a la opinión pública.
En los medios de
comunicación se dijo, y fue ese el discurso permanente, que los
estudiantes bajaban el paro si el gobierno quitaba la ley del congreso, y
para la opinión pública eso fue lo que propuso el presidente.Frente a
esta situación hay que pensar y equilibrar muy bien lo que se leerá
hacia afuera de la universidad de mantener o bajar el paro, y las
consecuencias que esta decisión puede acarrear entre el estudiantado.
Lo
primero que ya creó el anuncio de mi querido presidente es cierta
tendencia a la polarización y al encontrón de opiniones entre los mismos
estudiantes. Eso era seguramente lo que buscaba siguiendo el viejo
precepto de divide y reinarás, debemos impedirlo.
Creo que
la decisión de mantener el paro indefinido provocaría una
resquebrajadura por el centro mismo del movimiento estudiatil, es
posible incluso que los enfrentamientos entre gente bloqueando y gente
que considera que es mejor entrar a clase llegaran a los niveles
lamentables que conocemos. Cualquier noticia en este sentido sera una
victoria para Santos que no podemos permitírsela. Además frente a la
opinión pública los estudiantes quedarían como los radicalizados y el
gobierno como el más democrático de todos los existentes en el mundo.
El
gobierno apretaría el acelerador para firmar la reforma lo antes
posible, lo cual no implica para nada que esto vaya a durar poco pasando
por el congreso, lo que es seguro es que llegara por lo menos el 15 de
diciembre, fecha en la cual de persistir el paro indefinido habrán
cerrado con la fuerza de las armas estatales las universidades
públicas.
Este paro ha sido multitudinario y tiene que
serlo aún más, pero es claro que una cosa es la gente que sale a la
calle y otra muy distinta las que se mueven organizando al interior de
la U, el desgaste que se da dentro de estas dinámicas de organización se
agrava si además está mediado por discusiones y enfrentamientos
dentro de los mismos estudiantes.
Un paro así no se sostiene, se
desgasta si es impuesto y no apoyado por la mayoría. En este momento el
movimiento es fuerte, se siente victorioso y es creativo, eso hay que
aprovecharlo, pero si el paro continua en medio de la polarización de la
comunidad universitaria se terminará desmoronando, el recuerdo será de
fracaso y no de victoria. Hay que confiar en las potencialidades de este
movimiento estudiantil.
Por otro lado el movimiento no se puede bajar del paro sin un mínimo de garantías:
1. Que va a haber escenarios de diálogo y concertación para la construcción de una nueva reforma.
2.Que la reforma realmente es retirada del congreso.
3.
Que los profesores no pondrán trabajo como para suicidarse sin dejar
espacio para las actividades políticas y de información que deben
seguirse realizando.
Yo creo que este movimiento es lo
suficientemente grande y maduro como para poder mantenerse con el peso
de las convicciones, es decir creo que la figura de paro indefinido no
es necesaria para mantener el movimiento, pero que si hay que ser
cuidadosos manteniéndolo vivo tanto con salidas a la calle (tanto en
marchas como en jornadas performáticas de 30 o 40 estudiantes) como con
la construcción conjunta de una propuesta de reforma que sea muy bien
publicitada frente a la opinión pública.
Me parece
entonces que la MANE debe pensarse esta coyuntura estratégicamente,
promover el regreso a las aulas pero, por esta semana, para discutir
como sería una propuesta de ley desde los estudiantes, y para
organizarse de una nueva manera que permita terminar el semestre sin
detener la movilización. Al mismo tiempo debe dejar claro
frente a los medios que esta es una etapa de transición esperando a q el
proyecto sea realmente removido del congreso. Debe ser esta
una semana donde el movimiento se reencuetre en las aulas, se repiense y
se reorganice haciendo la autoreflexión y la auto evaluación, y para
llenarse de nuevos contenidos con la ayuda de los profesores.
Ojo
que no estoy diciendo que se debe acabar la movilización, todo lo
contrario, estoy diciendo que debemos pensar cómo podemos ser más
eficientes y que nuevas estrategias podemos tomar. Estoy planteando
tomar un respiro para planear nuestra estrategia. Si efectivamente el
gobierno garantiza los espacios y la propuesta es sacada del congreso
podemos terminar el semestre sin detener la labor pedagogica que se está
haciendo y comprometiendo a los profesores a construir propuestas desde
su área de saber para llenar de contenido una propuesta de reforma que
salga de los estudiantes y que pueda ser llevada a la calle.
Si
el gobierno no cumple su palabra y no garantiza los espacios
democráticos y decisorios de discusión bien podemos volver a paro con
renovado ímpetu y con el apoyo popular que puede peligrar si se toma en
este momento una decisión radical.
Que no pare el
movimiento, que se siga moviendo desde las áulas, con los profesores y
estudiantes construyendo nuevas maneas de protesta y de pedagogía en la
calle. Lo podemos hacer. Esto es un llamado a la esperanza.
Este
documento es resultado de múltiples conversaciones con estudiantes de
distintas carreras y universidades de Bogotá. Espero sea un buen insumo
para la discusión.
Ylsen Pletórico
http://www.facebook.com/notes/ylsen-plet%C3%B3rico/un-llamado-a-la-confianza-y-al-pensamiento-estrat%C3%A9gico/317462384934528
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